-Ricardo Fernández Perales-
Fotografías: Ricardo Fernández y Carmelo Barón

Ruta circular de dificultad moderada, de 5 km que empieza a la entrada de la Finca de la Dehesilla. A esta se accede desde la carretera por la que discurre el sendero GR-48, a través de un camino con servidumbre de paso por la finca de Valdeleches. Desde ese punto, justo en la segunda verja, salimos bordeando la malla metálica que separa ambas fincas, buscando una edificación que se sitúa en un cerro al Sur del recorrido, llamado El Castillejo. Muy cerca de esta casa, encontraremos los restos de una antigua calera, y justo después una fuerte bajada hacia el Oeste. No es de dificultad, sin embargo puede suponer algún impedimento para personas con movilidad reducida, niños o personas mayores. Por ello se ha marcado el recorrido como moderado, ya que tanto el tramo de subida como de bajada pueden resultar una sorpresa para gente sin ninguna experiencia.
Una vez acabado el descenso, al encontrar un abrevadero, se continúa por una zona de dehesa hasta llegar a una cola del pantano del Yeguas. Desde ese punto, se puede optar por mantener la altitud, buscando el bordeo del embalse, o ganarla en dirección al cerro desde el que podremos disfrutar de unas espectaculares vistas del entorno y de restos de trincheras y refugios construidos durante la Guerra Civil. Se continuará bordeando la casa rural de La Dehesilla, justo por debajo de las edificaciones.
Las mejores vistas panorámicas de la ruta las disfrutamos al subir la parte de desnivel más pronunciado. Desde donde divisaremos gran parte del embalse del Yeguas.






Embalse del rio Yeguas, al fondo finca del Piruetanar
El resto del camino discurre por una pista de tierra, que acaba justo en el lugar de comienzo del sendero.
En definitiva, es un agradable paseo, que desde Septiembre a Junio preferiblemente, y especialmente durante la floración de primavera, puede dar grandes satisfacciones a casi todo tipo de público. En esta época, la dehesilla se convierte en un lugar paradisíaco, donde las praderas se llenan de colores y olores.
No hay acceso a agua potable en todo el recorrido.


Atardecer en el punto más alto del sendero


Vegetación y entorno:
La Dehesilla, entorno por donde discurre esta ruta, se encuentra rodeada por fincas de enorme valor ecológico y cinegético: la finca de Valdeleches, destinada a la explotación cinegética y a ganado vacuno, y El Baldio, también de propiedad municipal.
Se trata de un lugar donde se alternan zonas típicas del bosque mediterráneo y zonas de dehesa. En realidad, podemos definirlo como encinar adehesado, ya que el hombre ha ido modificándolo y aclarándolo para obtener espacios abiertos con arbolado disperso, con el fin de aumentar la superficie de pastizales para alimentar así a los ganados. Todo ello con el espectacular paisaje de fondo del embalse del Yeguas.
El árbol predominante es la encina (Quercus ilex subsp. Ballota), que forma encinares de gran importancia ecológica, aunque no se trata de encinas de gran antigüedad, ya que todos estos montes fueron muy castigados por el hombre en el siglo pasado para la elaboración de carbón.
Entre encinas aparecen acebuches y matorrales propios del bosque mediterráneo como la jara, el romero, cantueso, coscoja, brezo blanco, retama, lentisco, madroño, mirto, torvisco, rusco…


En cuanto al estrato herbáceo la variedad de especies es amplísima, de ahí que el nombre de esta ruta sea de las flores. Podemos destacar especies como la lenguaza, el gamón, marrubio, lengua de buey, amapola, margaritas, jaramagos, candilera o matagallo, cebolla albarrana, tomillo o mejorana entre otras muchas más.


Gamón en flor
En cuanto a la fauna, la dehesilla se trata de un lugar de vital importancia por ser lugar de tránsito de especies en peligro de extinción como el lince ibérico, buitre negro, cigüeña negra o águila imperial. Además de cobijar especies como gineta, meloncillo, tejón, comadreja, jabalí, zorro, e incluso el lince ibérico. Aves rapaces tan emblemáticas con el águila real, azor águila culebrera o milano negro, y nocturnas como el búho real, mochuelo, autillo, cárabo o lechuza. Es igualmente posible observar al alimoche en época de migración y al halcón peregrino.



La comunidad de anfibios y reptiles, también posee una notable diversidad. Destacan por su singularidad o rareza el tritón ibérico, la salamandra, el sapo partero ibérico, el galápago europeo, el lagarto ocelado y culebras como la de collar, bastarda o de escalera.
La bogardilla, uno de los peces que viven en los ríos y embalses del parque Sierra de Andújar, es una especie amenazada que despierta especial interés por existir únicamente en la provincia de Jaén, en las aguas del Jándula, Rumblar, Robledo y Guadalquivir.
